CAPÍTULO 1: EL CRIMEN
LONDRES, REINO UNIDO – 1911
INT. / MANSIÓN TAYLOR, CUARTO DE BAÑO / DÍA
Dayanne, la hija mayor de Darrell Taylor, se dispone a abrir
la puerta del cuarto de baño cuando se encuentra a una de las criadas de la
casa muerta en la bañera. Eva, como así se llamaba la empleada yace sin vida
sobre el agua teñida de sangre. La joven ha sido degollada. Dayanne comienza a
chillar escandalosamente pidiendo ayuda.
Dayanne: ¡AHHHHHHHHHHHH!!!! ¡AHHHHHHHHHHHHHHH!!!!! (Chillando,
muy nerviosa y asustada) ¡Socorroooo!!! ¡Ayuda por favor!!!! ¡Mataron a Eva!!! ¡La
matarooon!!!!
En ese momento aparece su padre, Darrell, alertado por los
gritos.
Darrell: ¿Qué ocurre, hija? ¿Qué son esos chillidos, por el
amor de Dios? (Preocupado)
Dayanne: Mataron a Eva, papá… ¡La mataron!!! (Le indica)
El dueño de la mansión ve el cadáver de la criada en la
bañera. Darrell alucina con lo que presencia y…
Darrell: ¡Dios mío, hay que avisar a la policía de
inmediato, Dayanne! ¡Ahora mismo! Iré a mi despacho, avisa a toda la familia. ¡Corre!
(Se va)
Dayanne: Sí papá… enseguida. (Nerviosa se marcha corriendo,
subiendo las escaleras)
4 SEMANAS ANTES
INT. / MANSIÓN TAYLOR, SALÓN / DÍA
Don Darrell le presenta a su familia al nuevo empleado que
acaba de contratar.
Darrell: Este es Brian, a partir de hoy comienza a trabajar
como jardinero en esta casa.
Brian: Encantado de conocerles… Espero hacer un buen
trabajo.
Margaret: Eso espero, porque ese jardín está hecho un
desastre desde que Paul se jubiló… Ya era hora de que alguien lo adecentara.
Dayanne: Un gusto, Brian… (Le mira, se siente atraída por
él)
Brian: Igualmente señorita Dayanne.
Darrell: Esta es mi otra hija, Victoria, su marido Lawrence
y ella es mi hija menor, Rachel. Y bueno a mi hermana Katherine ya la conoces.
Rachel: Hola Brian… (Le observa con interés, le gusta el
jardinero)
Lawrence: Bienvenido. (Sonríe amable)
Katherine: Lo mismo digo, muchacho. Ya quiero ver el jardín
como en sus mejores épocas. (Sonríe)
Victoria: ¿Y quien te dijo de este empleo, Brian? Mi papá no
puso ningún anuncio en la prensa.
Brian: Vine recomendado por mi prima Helen, trabaja aquí.
Dayanne: Ah, es verdad… ¿Eres primo de Helen? Bueno entonces
todo queda en casa. (Sonríe)
Darrell: Bueno pues ve para la cocina Brian y ya tu prima te
indicará donde vas a dormir. Empiezas hoy mismo tu trabajo.
Brian: Gracias, señor Taylor, les prometo que no se van
arrepentir.
El chico se marcha pero Dayanne y él se pierden en un cruce
de miradas y sonrisas… Rachel se da cuenta y como también le gusta el nuevo
empleado, enfurece de los celos.
DÍAS DESPUÉS
Es una oscura noche de tormenta en la capital británica. La
lluvia cae sin cesar sobre Londres y el cielo es iluminado por los brillantes
relámpagos acompañados por ensordecedores truenos. Estamos a principios de
otoño de 1911.
INT. / MANSIÓN TAYLOR, COMEDOR / NOCHE
Toda la familia Taylor está reunida a una gran mesa
rectangular, presidida en ambos estremos por don Darrell y doña Margaret. A los
lados se encuentran Dayanne y Victoria, las hijas del primer matrimonio de Darrell,
así como Rachel, la hija de Margaret y hermanastra de las anteriores. En la
mesa también está Lawrence, el esposo de Victoria, así como Jason, el prometido
de Dayanne, que ha sido invitado a cenar esta noche en la lujosa mansión. Y por supuesto la simpática Katherine.
Darrell: Hace una noche de perros hoy… ¿Verdad Jason?
Jason: Así es señor Taylor… empezó a llover fuerte, menos
mal que conseguí llegar antes a la cena.
Lawrence: Yo no soporto la lluvia… por eso no me gusta
Londres, jajaja. Quisiera vivir en el Caribe.
Dayanne: Jajaja, no exageres cuñado. Londres es una ciudad
maravillosa, aún con su clima y todo.
Katherine: Me pasas el pan, Victoria, por favor.
Victoria: Aquí tienes tía Katherine… (Se lo da)
Katherine: Gracias, cariño… (Sonríe)
Margaret: Helen, por favor… ¿Podrías servir ya el asado?
Creo que hemos terminado con los primeros platos…
Helen: OK, señora, enseguida… con su permiso. (Se va para la
cocina)
Rachel: ¿Y bien hermanita… para cuando es la boda con Jason?
Dayanne: Pues… no sé… todavía no lo hemos decidido, Rachel.
Victoria: En el verano estaría bien… ay ya tengo ganas de
que llegue esa boda, estamos todos tan ilusionados con tu compromiso, hermana.
Jason: Hay que fijar una fecha… reservar la iglesia,
restaurante… bueno, montón de cosas. ¿Verdad mi amor? (Mirando a Dayanne)
Dayanne: ¿Sí, perdón? (Distraída)
Darrell: Jason te está hablando, hija… ¿Estás dormida?
Dayanne: Ay lo siento, es que… estoy algo cansada hoy, creo
que en cuanto termine de cenar me iré a dormir. (Pensativa)
INT. / MANSIÓN TAYLOR, COCINA / NOCHE
Helen, la criada, está preparando la bandeja con el pavo
asado recién sacado del horno. La muchacha conversa con Brian, el jardinero de
la mansión.
Brian: ¿Dónde está Eva? Pensé que te estaría echando una
mano con la cena.
Eva: Está arriba terminando de fregar uno de los cuartos de
baño.
Brian: ¿Ya vas a servir el segundo plato, Helen?
Helen: Sí, toda la familia está en el comedor. Vino don
Jason a cenar. Al parecer el y la señorita Dayanne se casarán este verano.
Brian: ¿Este verano? No sabía nada… (Pensando: No puede
ser…)
Helen: Bueno, tengo que dejarte, voy a llevar el pavo. (Se marcha
con la bandeja del asado)
Brian: La señorita Dayanne no puede casarse con ese imbécil…
¿Se volvió loca? A leguas se nota que sólo está con ella por interés ese tipo. ¿Qué le habrá visto al tal Jason? ¿Qué? No sé para que te preocupas,
Brian, si sabes que Dayanne jamás se
fijaría en un muerto de hambre como tú… (Triste, comiendo una manzana roja)
INT. / MANSIÓN TAYLOR, DORMITORIO DE DAYANNE /
NOCHE
Dayanne y su hermana Victoria conversan, ambas sentadas la cama.
Victoria: No te veo muy feliz con lo de tu boda, hermanita.
¿Qué te pasa?
Dayanne: Es que no estoy segura de querer casarme con Jason,
todo ha sido un arreglo entre mi papá y su familia. Pero yo no le amo, Victoria,
no estoy enamorada de él.
Victoria: Ay Dios mío… ¿Y entonces?
Dayanne: Hay otro hombre que me gusta pero… es imposible.
Victoria: ¿Otro hombre? ¿Quién es? ¿Lo conozco?
Dayanne: Sí, pero es algo imposible, como te digo, papá y
Margaret nunca lo aceptarían como su yerno. De todas formas él ni siquiera sabe
de mis sentimientos.
Victoria: Ay ya, me tienes en ascuas, Dayanne. ¿De quién se
trata? ¿Quién es ese hombre del que estás enamorada?
Dayanne: Te lo digo si prometes guardarme el secreto, por
favor. Nadie puede saberlo.
Victoria: Te lo juro, confía en mí.
Dayanne: Es Brian… (Sonríe ilusionada)
Victoria: ¿Quéee? ¿Brian? ¿El jardinero? No me lo puedo
creer…
Dayanne: ¡Baja la voz! ¿Ves por qué no te quería decir nada?
Victoria: Pero Dayanne, papá jamás aceptaría que tuvieras
algo con ese hombre. ¿Te has vuelto loca?
Dayanne: Yo sé que es un amor imposible, no correspondido…
Brian ni se imagina lo que siento por él… (Triste)
INT. / MANSIÓN TAYLOR, COCINA / NOCHE
Helen está hablando con Eva, la otra empleada de servicio.
Ambas mujeres conversan mientras Helen dobla ropa sobre una mesa.
Eva: Me voy a la cama, amiga… Estoy molida, ha sido un día
muy duro. (Se va)
Helen: Ok, Eva. Yo voy a acabar de doblar esta ropa y me iré
a dormir igual. Hasta mañana…
AL DÍA SIGUIENTE
INT. / MANSIÓN TAYLOR, COMEDOR / DÍA
Don Darrell y su esposa Margaret conversan en la sala,
mientras desayunan sentados a la mesa.
Margaret: Jason dijo anoche que piensa en irse a vivir a
Nueva York cuando se case con Dayanne, mi amor.
Darrell: Creo que reservará los pasajes en el Titanic, mucha
gente ya lo está haciendo. Va a ser la noticia del año ese barco.
Margaret: Me encantaría ir a Nueva York en un trasatlántico
de esos, Darrell. Hace años que no viajamos…
Darrell: Sí, tienes razón. Cambiando de tema… ¿Dónde está
Dayanne?
Margaret: Estará en el jardín tomando un poco el sol, creo.
Hoy hace buen día…
EXT. / MANSIÓN TAYLOR, JARDÍN / DÍA
Brian está podando unos setos con ayuda de unas tijeras de
jardinería. El chico está sin camisa. En ese instante Dayanne sale al jardín y
se le queda mirando sin decir nada… La joven permanece en silencio. Desde hace
tiempo se siente atraída por Brian pero no se atreve a decirle nada. Nuestro protagonista se da la vuelta y la ve.
Brian: ¡Hola señorita Dayanne, buenos días! (Sonríe amable)
Dayanne: Ho… hola Brian… (Sonríe) ¿Qué haces tan temprano ya
trabajando?
Brian: Así es, señorita, tenía mucho pendiente para hoy. Su
madre quiere el jardín perfecto y cuidado siempre, ya la conoce.
Dayanne: Margaret no es mi madre, Brian… (Molesta)
Brian: Ya lo sé, era un decir, perdone… Disculpe que le
pregunte algo… ¿No se lleva bien con la esposa de su papá, señorita?
Dayanne: Eso no es asunto tuyo, Brian… No seas metiche.
Brian: Perdón… lo siento.
Dayanne: Discúlpame, no debí hablarte así, es que… no me siento
bien últimamente.
Brian: ¿Qué le pasa? (Dejando las tijeras en la hierba, se
acerca a ella)
Dayanne: Mi padre quiere casarme con Jason Parker a como de
lugar y yo… yo no estoy enamorada de ese hombre.
Brian: Ahm… (Pensando: Bien…)
Dayanne: La verdad que Jason no me gusta, sobre todo su
forma de ser… A mi me gustan los hombres más… no sé, más tiernos, detallistas…
(Pensando: Así como tú…)
Brian: Entiendo… ¿Pero y si no le quiere por qué se va a
casar con él, señorita? No la entiendo.
Dayanne: Mi padre es gran amigo de los padres de Jason, todo
es un matrimonio de conveniencia. Ya sabes como funcionan esas cosas entre la
gente de la alta sociedad.
Brian: Pero no debe casarse con el señor Jason, señorita
Dayanne. Debería hablar con su padre y decirle lo que siente realmente.
Dayanne: Ojalá fuera tan fácil, Brian… ojalá. En estos
tiempos las mujeres no podemos decidir por nosotras mismas con libertad, pero
confío algún día las cosas cambien.
Brian: No me gusta que hable así. Usted merece ser feliz y
no creo que con ese hombre vaya a serlo jamás.
Dayanne: ¿Sabes Brian? Jason quiere que nos mudemos a vivir
a Estados Unidos después de la boda, a Nueva York, por lo visto quiere dirigir la nueva sucursal de la naviera de mi padre.
Brian: ¿A Nueva York? A mí también me gustaría irme a América. ¿Sabe?
Dayanne: Debo irme, tengo clase en la escuela, recuerda que
soy maestra.
Brian: Chao señorita, que pase buen día. Y no esté mal,
seguro las cosas tienen solución, ya lo verá. (Sonríe amable)
Dayanne: Gracias Brian… (Pensando: ¿Por qué tienes que ser
tan lindo siempre?)
Escuchamos música, el estribillo de “Como yo no hay ninguna", de Lorena Rojas.
Dime que sientes lo mismo que yo,
que te derrites de intensa pasión
que mis besos saben a fuego, son dulces como la miel
que te vuelve loco mi cuerpo, rozándote la piel
que te abrace bajo la luna, que todo te lo de
que como yo no hay ninguna que te ame igual que ayer.
Dime que sientes lo mismo que yo,
que te derrites de intensa pasión
que mis besos saben a fuego, son dulces como la miel
que te vuelve loco mi cuerpo, rozándote la piel
que te abrace bajo la luna, que todo te lo de
que como yo no hay ninguna que te ame igual que ayer.
INT. / HOTEL, HABITACIÓN / DÍA
Rachel, la hermanastra de Dayanne, está haciendo el amor con
Jason. Ambos se revuelcan entre las sábanas. Jason y Rachel son amantes desde
hace tiempo.
Jason: Me encantas, Rachel, no puedo estar sin ti, preciosa…
Rachel: ¿Y por qué te vas a casar con la estúpida de Dayanne
entonces?
Jason: Ya lo sabes, todo es un matrimonio de conveniencia…
Yo no la amo…
Rachel: Si te vas a Nueva York, ya no podremos estar juntos,
leoncito…
Jason: No te preocupes… buscaré la manera. Tal vez convenza
a tu padrastro para que vengas con nosotros con la excusa de “hacer compañía” a
tu hermanita Dayanne.
Rachel: Jajaja. ¿Te imaginas? Esa tonta ni sospecha que hay
nada entre tú y yo, es tan bobita e ingenua la pobre… (Sonríe con maldad)
EXT. / MANSIÓN TAYLOR, JARDÍN / DÍA
Por la tarde, después de comer, Brian está pasando el
rastrillo por el césped del jardín que rodea la elegante mansión. Estamos en
otoño y ya hay muchas hojas caídas por lo que el chico tiene bastante trabajo
estos días. Hay muchos árboles repartidos por todo el jardín. La casa se
encuentra en pleno centro de Londres, casi oculta por un alto muro de piedra y
un espeso y frondoso jardín que la aisla del ruido y del mundo exterior.
Dayanne está sentada en una silla leyendo un libro mientras se toma un zumo de
naranja.
Brian: Hace bueno estos días… ¿Verdad señorita? (Sonríe)
Dayanne: La verdad que sí, Brian, se agradece este tiempo en
estas fechas.
Brian: Yo aquí ando rastrillando el jardín, es increíble la
cantidad de hojas que cayeron esta noche.
Dayanne: Brian… ¿Te puedo preguntar una cosa? Si no quieres
no tienes por qué contestarme.
Brian: Claro… Usted dirá señorita… (Sonríe amable y se le
acerca)
Dayanne: ¿Tienes… tienes novia? Apenas sabemos nada de ti…
Brian: ¿Novia? No, no tengo novia, señorita… (Avergonzado,
baja la mirada)
Dayanne: Ahm… (Sonríe)
Brian: Hay alguna chica interesada en mí pero a mí quien me
gusta es otra… ¿Sabe?
Dayanne: ¿En serio? ¿Y… la conozco?
Brian: Si que la conoce pero… Bueno, olvídelo… tengo mucho
que hacer...
Nuestro protagonista es un hombre muy tímido y le cuesta
decirle lo que siente y mucho más sabiendo que Dayanne es su patrona, la hija
del dueño de la mansión. Son de mundos completamente diferentes y en esa época
era casi impensable que pudieran ser algo más que dueña y empleado. Para Brian,
Dayanne es como una princesa inalcanzable. Y para ella, el jardinero es el
chico humilde pero noble que siempre ha estado buscando.
Dayanne: Disculpa si te pregunto otra cosa… ¿Tú no eres de
Londres, verdad? Tu acento no me resulta familiar…
Brian: ¿Ah, eso? Soy de la isla más bella del mundo, de la
verde Irlanda. (Sonríe)
Dayanne: ¿En serio? ¿Eres irlandés? Ay, me encantaría
conocer Irlanda, mi papá me ha contado maravillas de por allá.
Brian: ¿De verdad? ¿Ha escuchado hablar de Connemara?
Dayanne: No, la
verdad no… ¿Dónde es?
Brian: En la costa oeste, en el Condado de Galway, es una
zona preciosa, seguro le fascinaría. Allá me crié yo con mis hermanos y mis
padres. ¿Sabe?
Dayanne: Imagino debió ser duro dejar aquello para mudarte a
Londres. ¿Llevas mucho tiempo viviendo acá?
Brian: Dos años va a hacer a finales de este mes, señorita…
Si que fue duro dejar todo atrás pero no tenía alternativa. Además allá ya no
me queda nadie…
Dayanne: ¿No que allí tienes a tu familia? No entiendo.
Brian: Mi mamá murió de tuberculosis hace ocho años, mi papá
falleció cuando la hambruna de la patata y mis dos hermanos… pues…
Dayanne: ¿Qué pasó con ellos, Brian? (Triste al escuchar su
historia)
Brian: Nathalie se marchó con su marido a Estados Unidos
poco antes de que yo me mudara a Inglaterra. Creo que nunca más la volveré a ver, señorita. (Triste)
Dayanne: Ay, cuanto lo siento… (Triste)
Brian: Y mi hermano Richard murió en una pelea en Dublín, le
apuñalaron por sus ideales independentistas. Y la verdad, con todo respeto señorita… yo
opino lo mismo que él. Los ingleses están destruyendo Irlanda.
Dayanne: No digas eso, Brian… no todos somos así…
(Avergonzada)
Brian: Ya lo sé, pero… la mayoría no nos quiere, nos ven
inferiores, siempre fue así… Bueno, ya no la aburro más con mi charla, seguiré
trabajando. Con permiso. (Se va)
Dayanne se queda pensativa mirándole. Hay que recordar que
en aquella época Irlanda formaba parte del Reino Unido, eran un mismo país
aunque la pequeña isla siempre estuvo sometida y casi esclavizada por su
hermana mayor, Gran Bretaña y tardaría aún años en escapar del yugo británico
que tanto daño le había hecho durante siglos.
INT. / NAVIERA TAYLOR, DESPACHO DE DARRELL / DÍA
El padre de Dayanne conversa con su futuro yerno, Jason,
quien trabaja para Darrell en una importante empresa naviera de Londres
dedicada al comercio internacional.
Jason: El buque insignia de la naviera llegará a la India mañana,
don Darrell. Allá realizará un cargamento de algodón, madera, té y especias.
Darrell: Perfecto… Desde que se inauguró el canal de Suez en
1869 el tráfico marítimo con Asia es cada vez más rápido y fluido.
Jason: Antes tardaban meses rodeando África, ahora en unas
semanas están en la India, señor.
Darrell: Cuando te cases con mi hija y se muden a Nueva
York, serás el director de la sucursal de esta empresa en América. Quiero
explotar el tráfico de mercancías entre Inglaterra y Estados Unidos.
Jason: Por cierto, me enteré que el nuevo jardinero de su
casa es irlandés… Pensé que no quería saber nada de esos piojosos.
Darrell: La verdad no me caen bien los irlandeses pero
necesitábamos un jardinero. Además le pago el sueldo mínimo por lo que no es
mucho gasto. Brian sabe el lugar que ocupa en mi casa.
Jason: Ya pero… ¿Un irlandés? Esa gente es una plaga, las
mujeres paren como conejas, son católicos… analfabetos… y la mayoría campesinos marginales.
Darrell: No me lo recuerdes… La última vez que estuve en
Irlanda me pareció una isla atrasada y tercermundista. Aunque me alegro que el
gobierno les haga ver que nunca serán independientes como ellos quieren. ¿Te
imaginas? Si ya de por si se mueren de hambre formando parte del Imperio
Británico…
Jason: Cambiando de tema. Hablé con el reverendo Johnson,
don Darrell, me dijo que hay fecha disponible para celebrar la boda en abril
del año que viene. (Tomándose una copa de whisky escocés)
Darrell: Perfecto, Jason, perfecto… (Sonríe, mientras se
fuma un puro)
Ambos son interrumpidos por Katherine.
Katherine: Buenos días… ¿Puedo hablar a solas contigo,
hermano? (Mirando a Darrell)
Darrell: Por supuesto Katherine… Jason. ¿Será que nos puedes
dejar un momento?
Jason: Ok, don Darrell, con permiso… (Se marcha cerrando la
puerta)
La señora toma asiento.
Darrell: ¿Y bien, qué se te ofrece?
Katherine: Creo que hay algo que deberías saber, Darrell… y
algo muy grave que está pasando en tu casa.
Darrell: ¿Se puede saber de que diablos hablas? ¿Qué sucede
en mi casa que yo no sepa?
Katherine: Pues no te lo vas a creer cuanto te enteres…
La anciana le cuenta un secreto a Darrell, secreto que no
podemos escuchar. Escuchamos música incidental.
INT. / MANSIÓN TAYLOR, DESVÁN / NOCHE
Dayanne está rebuscando en un viejo baúl del desván cuando
es sorprendida por Brian quien trae una desvencijada silla de madera.
Brian: Lo siento, no sabía que estaba usted acá, señorita.
Dayanne: Hola Brian, no te preocupes… No pasa nada. ¿Qué
haces con esa vieja silla?
Brian: Doña Margaret me ordenó subirla al desván. ¿Y usted,
que estaba buscando?
Dayanne: Viejos libros de cuando era adolescente, novelas
románticas… (Sonríe)
Brian: ¿Le gustaban las novelas románticas? Jajaja.
Dayanne: Oye, no te burles, ya sé que a los hombres estas
cosas les parecen cursiladas para quinceañeras pero… me gusta leer ese tipo de
historias. ¿Sabes? Me transportan a otra época.
Brian: ¿Son novelas de época?
Dayanne: Me gustan sobre todo las de amores imposibles… Pero
bueno, lo siento, no te quiero aburrir, seguro no te interesa. Perdona.
Brian: No me aburre, señorita, al contrario, me gusta
escucharla. Se ve que es una mujer muy culta y sensible… En cambio yo…
Dayanne: ¿Qué te pasa, Brian? (Preocupada)
Brian: Ni siquiera sé leer ni escribir.
Dayanne: No te sientas mal, hay mucha gente así. Pero no es
tu culpa, tú no pudiste estudiar porque… porque la vida no fue justa contigo,
sé que lo pasaste mal en Irlanda pero… ahora puedes superarte y ser alguien en
la vida, Brian. Es cuestión de querer.
Brian: Ojalá fuera tan fácil… pero si con el sueldo que me
paga su padre casi ni me alcanza para vivir como para pensar en estudiar…
Dayanne: ¿Quieres que te enseñe a leer y escribir?
Brian: ¿Habla en serio, señorita?
Dayanne: Claro, recuerda que soy maestra… Mira, hagamos una
cosa, yo te doy clases por las noches aquí en el desván y así nadie se enterará
si no quieres. ¿Está bien? (Sonríe)
Brian: ¡Gracias, no sabe como se lo agradezco, señorita! ¡Es
usted un ángel! (La besa en la mejilla) Nos vemos mañana a esta hora. ¿Sí?
(Sonríe inocente)
Y es que Brian es puro corazón y eso es lo que más le gusta
a Dayanne de él. La joven se ruboriza por su beso, el chico se marcha y ella
siente que cada día que pasa le gusta más el jardinero.
Y así comienzan a pasar los días y las semanas, cada noche
cuanto todos duermen, Dayanne le enseña a Brian a leer y escribir en el desván.
Ambos sentados a una vieja mesa mientras ella ejerce de maestra. Brian poco a
poco va aprendiendo y día a día crece su ilusión por estudiar. Dayanne se
siente muy contenta de poder ayudarle, no sólo por su vocación docente, sino
porque aunque ella no se atreva a expresar sus sentimientos, se está enamorando
de él sin darse cuenta.
UN MÉS DESPUÉS
INT. / MANSIÓN TAYLOR, COCINA / DÍA
Rachel, la hermanastra de Dayanne, está hablando con Helen,
una de las criadas.
Helen: La señorita Dayanne salió a hacer unas compras con su
hermana y su madre.
Rachel: ¿Y tu primo, dónde está Brian?
Helen: ¿Brian? Creo que en su cuarto, leyendo un libro que
le regaló la joven Dayanne.
Rachel: ¿Dayanne le hizo un regalo a Brian? (Celosa) No me
lo puedo creer… (Se va enojada)
INT. / MANSIÓN TAYLOR, CUARTO DE BRIAN / DÍA
Brian está echado en su cama, leyendo un famoso libro de
Julio Verne, “20.000 leguas de viaje submarino”. En ese momento Rachel entra en
la habitación sin tocar a la puerta.
Rachel: ¿Brian? ¿Se puede saber que haces leyendo? Hoy no es
tu día libre…
Brian: Pero señorita, ahora no tengo nada que hacer en el
jardín, su padre me dijo que…
Rachel: Haz el favor de dejar de leer, los libros no son
para los hombres. (Se lo quita)
Brian: Eso no es cierto… Su hermana dice que leer es de
personas inteligentes.
Rachel: ¿Quién te regaló este mugroso librucho? ¿Fue la
zafia de Dayanne, verdad?
Brian: ¿Y qué tiene? Ayer fue mi cumpleaños y quiso tener
ese detalle conmigo, señorita.
Rachel: Mira Brian, Dayanne no es la mosquita muerta que tu
piensas. Mi hermana se va a casar con Jason Stevens y se va a ir a vivir a
Nueva York. Así que deberías dejar de hacerte ilusiones con ella. Sólo está
jugando contigo, cuando consiga lo que quiere te dejará tirado como un perro
viejo.
Brian: No sé de qué está hablando, creo que está equivocada.
Y no le consiento que hable así de la señorita.
Rachel: He visto como la miras y no me gusta, escúchame bien
Brian, o te alejas de Dayanne cuanto antes, o me veré obligada a contarle a mi
padre que estás enamorado de ella.
Brian: ¿Cómo sabe eso?
Rachel: ¿Qué hace esta foto de mi hermana en tu mesilla, me
puedes explicar? (Viendo un portarretratos)
Brian: Eso no es asunto suyo… (Enojado)
Rachel: Te lo advierto, Brian, tu verás lo que haces, si no
quieres que mi papá te ponga de patitas en la calle, igualado… (Se va)
Lo que en el fondo le pasa a Rachel es que está también
enamorada de Brian y los celos la corroen día a día pero tampoco se atreve a
dar un paso más con el jardinero porque es una clasista y una mala persona. Sus
deseos sexuales por Brian luchan contra su educación refinada y británica. Rachel
es lo que diríamos una doble moral y por supuesto, una bruja.
INT. / MANSIÓN TAYLOR, BIBLIOTECA / DÍA
Victoria, la hermana de Dayanne, está discutiendo con Eva,
una de las criadas.
Eva: Le juro que no, señora, no tengo nada con su marido.
Victoria: ¡Mientes, desgraciada! ¡Mientes! Sé lo que te
traes con Lawrence, maldita golfa… lo sé todo.
Eva: Está bien, sólo fue una vez, yo no quería pero… me
enamoré de su esposo…
Victoria: Quiero que recojas todas tus cosas y te largues de
esta casa cuanto antes, desgraciada, si no quieres que toda la familia se
entere de la clase de zorra que eres.
En ese momento aparece Lawrence, el marido de Victoria.
Lawrence: ¿Se puede saber qué está pasando aquí, mi amor? (Mirando
a su esposa)
Victoria: Tu amante se larga de esta casa, y no me niegues
la realidad porque les ví besándose anoche en el jardín, maldito infeliz.
Eva: Me voy… (Se marcha llorando)
Lawrence: No debiste hablarle así… Victoria.
Victoria: Tú te callas, si no quieres que le cuente a mi
padre lo que hiciste, desgraciado. (Se va)
INT. / MANSIÓN TAYLOR, DESVÁN / NOCHE
Dayanne le está dando clases a Brian como cada noche, nadie
conoce su secreto pero durante este mes ambos cada vez son más cercanos y han
forjado una bonita amistad.
Brian: Me encantó el libro que me regaló, señorita. Es muy
entretenido e interesante.
Dayanne: ¿En serio? Qué bueno, Brian, me alegro mucho de
verdad. (Sonríe)
Brian: ¿Será que puedo aprender a escribir ya, señorita?
Dayanne: Claro, Brian, estás progresando mucho. Eres muy
inteligente, en poco tiempo has conseguido grandes avances.
Brian: Gracias señorita…
Ambos se miran a los ojos, él sonríe, ella devuelve la
sonrisa. Están tan cerca, sentados a la mesa del desván que la tensión sexual
entre los dos se palpa en el ambiente.
En ese momento Brian le roba un beso, Dayanne se deja llevar, y ambos siguen besándose sin descanso, abrazados en esa solitaria habitación. Nadie en la casa sospecha que están juntos, nadie salvo la pérfida Rachel.
En ese momento Brian le roba un beso, Dayanne se deja llevar, y ambos siguen besándose sin descanso, abrazados en esa solitaria habitación. Nadie en la casa sospecha que están juntos, nadie salvo la pérfida Rachel.
Dayanne: Creo que es mejor que me vaya… esto no esta bien,
Brian… (Avergonzada)
Brian: Lo siento… (Avergonzado)
Dayanne: No pasa nada… es que… es que… me voy a casar y…
Brian: Lo sé…
Dayanne: Pero tú me gustas Brian, créeme, sólo que lo
nuestro no podría ser…
Brian: ¿Y por qué no, porque soy un simple empleado de esta
casa?
Dayanne: Mi papá jamás te aceptaría... (Se le saltan las
lágrimas)
Brian: No llore, señorita, por favor. Me parte el alma verla
llorar. (Triste)
Dayanne: Es que eres tan noble, tan tierno… Eres todo lo que
busqué durante años y ahora que te encuentro… (Llorando)
Brian: No diga eso… nada es imposible si se quiere con el
corazón. (Sonríe aunque apenado)
Dayanne: Lo sé…
En ese instante nuestra pareja protagónica vuelve a fundirse
en un largo y apasionado beso, abrazada bajo la penumbra del desván. Ambos se
dejan llevar por la pasión y al final terminan haciendo el amor sobre unas
viejas mantas.
Escuchamos música, el estribillo de “Como yo no hay ninguna", de Lorena Rojas.
Dime que sientes lo mismo que yo,
que te derrites de intensa pasión
que mis besos saben a fuego, son dulces como la miel
que te vuelve loco mi cuerpo, rozándote la piel
que te abrace bajo la luna, que todo te lo de
que como yo no hay ninguna que te ame igual que ayer.
Escuchamos música, el estribillo de “Como yo no hay ninguna", de Lorena Rojas.
Dime que sientes lo mismo que yo,
que te derrites de intensa pasión
que mis besos saben a fuego, son dulces como la miel
que te vuelve loco mi cuerpo, rozándote la piel
que te abrace bajo la luna, que todo te lo de
que como yo no hay ninguna que te ame igual que ayer.
AL DÍA SIGUIENTE
INT. / CASA DE JASON, SALÓN / DÍA
Rachel ha ido a ver a Jason. El prometido de Dayanne y su
amante conversan junto al sofá.
Jason: ¿Qué, pero qué estás diciendo, Rachel?
Rachel: Lo que oyes, Jason, estoy embarazada. Estoy
esperando un hijo tuyo.
Jason: Dios mío, no puede ser… ¿Y ahora que vamos a hacer?
En pocos meses me casaré con tu hermana.
Rachel: Esa estúpida de Dayanne no es nada mío. ¡NADA!!! La
odio con toda mi alma… Siempre fue la
consentida de mi padre esta imbécil. (Pensando: Hasta el amor de Brian me quitó
esa zorra)
Jason: Nadie puede saber la verdad, tienes que deshacerte de
ese niño como sea. ¿Entendiste? ¡Como sea!!! (Furioso)
Rachel: ¿Quéeee? (Alucinada) ¿Te volviste loco, cierto? ¡Ni
hablar!!! ¡No pienso matar a mi hijo!!!
INT. / MANSIÓN TAYLOR, CUARTO DE BAÑO / DÍA
Dayanne, la hija mayor de Darrell Taylor, se dispone a abrir
la puerta del cuarto de baño cuando se encuentra a una de las criadas de la
casa muerta en la bañera. Eva, como así se llamaba la empleada yace sin vida
sobre el agua teñida de sangre. La joven ha sido degollada. Dayanne comienza a
chillar escandalosamente pidiendo ayuda.
Dayanne: ¡AHHHHHHHHHHHH!!!! ¡AHHHHHHHHHHHHHHH!!!!! (Chillando,
muy nerviosa y asustada) ¡Socorroooo!!! ¡Ayuda por favor!!!! ¡Mataron a Eva!!! ¡La
matarooon!!!!
Escuchamos música incidental.
CONTINUARÁ…
No hay comentarios:
Publicar un comentario